Cruz Azul parece tener la semifinal más complicada debido a que tendrá que ir a Pachuca a buscar un buen resultado, que lo encamine en su objetivo de llegar a la final de la Liga MX. La oncena de Juan Reynoso se complicó el juego de ida ante el Toluca en cuartos de final donde cayó por dos goles a cero, después sufrió en el estadio azteca para someter a sus rivales. Así que el técnico azul tendrá que echar mano de lo mejor que tiene en su cuadro titular y banca, esto para contrarrestar el inspirado juego de unos Tuzos del Pachuca que andan crecidos tras haber echado fuera de la postemporada al Guadalajara y América.
Respeco a la escuadra hidalguense enfila hacia el intento de eliminar en liguilla a lo que sería el tercer rival llamado “grande” del futbol mexicano (Cruz Azul) que enfrenta, no cabe duda que la escuadra que dirige Pablo Pezzolano está centrada en sus objetivos, además de que aprovecharan al máximo su condición de local.
Por otra parte Puebla no la tiene nada fácil ante el Santos de Torreón único equipo norteño que queda vivo en esta postemporada, echar al Monterrey de Javier Aguirre tiene su mérito porque demuestra que el equipo lagunero está enfocado en su juego de conjunto y en la posibilidad de avanzar a la final del futbol mexicano.
Por ello intentaran aprovechar su condición de local para pegar primero como lo hicieron tras ganarle a los rayados en el primer juego de cuartos de final. El equipo que dirige Guillermo Almada sabe que Puebla será un rival incómodo sobre la cancha, y por ello buscara ir con ventaja al juego de vuelta en el Cuauhtémoc. Los poblanos siguen sorprendiendo en este tramo final, ya que hasta hoy les ha funcionado la estrategia que ha puesto en marcha su director técnico Nicolás Larcamón.
Ambos cuadros se enfrentaron en la última fecha del Guardianes 2021 y no se hicieron daño, pero ahora las cosas serán muy distintas porque está de por medio el pase a la final. Las posibilidades de tener una final de provincia crecen tras solo quedar Cruz Azul como representante capitalino, a menos que La Máquina finalmente rompa el hechizo que lo tienen 23 años sin coronarse como campeón de la Liga MX.