Ciudad de México / Redacción:
El cambio al horario de verano ocasiona en las personas efectos adversos en el sistema nervioso, como somnolencia, irritabilidad, problemas de concentración y de memoria, además ideas suicidas, trastornos digestivos, disminución del apetito durante el día y aumento del hambre en la noche, así lo detalló el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer Varela.
Mientras que el horario de invierno disminuye el riesgo de enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión, por lo que cual se busca eliminar el horario de verano con una iniciativa de reforma.
El Secretario de Salud, dijo que el cambio del horario fue una decisión política y no sanitaria, desatando alteraciones biológicas que desafían la salud de las personas.
Según lo explicado, en lo psicoemocional, el cambio de horario aumenta la depresión y las ideas suicidas en algunas épocas del año, además representa mayor riesgo para quienes requieren de concentración al iniciar el día, como pilotos, escolares, docentes, entre otros. Debido a la fatiga disminuye el rendimiento escolar y laboral, así como también la productividad en general.
Alcocer Varela sostuvo que el horario de invierno, es decir, el horario real, promueve un ritmo biológico más estable que el de verano, mejorando el rendimiento intelectual y contribuyendo a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión.
Finalmente, cabe resaltar que las personas adultas necesitan de tres a siete días para adaptarse al cambio de hora, mientras que la niñez requiere más tiempo, además de que la falta de sincronización con el ambiente altera el orden temporal interno y causa problemas físicos y mentales.