Washington, DC / Redacción:
Un estudiante de 17 años se suicidó tras ser víctima de una estafa cibernética, en la que los delincuentes obtienen una foto o video íntimo para pedir un soborno.
Pauline “N”, la madre, contó la historia de su hijo: él era un joven alegre de notas excelentes, boy scout y amante de la naturaleza; al terminar la secundaria, el adolescente quería estudiar Biotecnología agrícola en la Washington State University.
Pero todo cambió cuando recibió un mensaje de una supuesta jovencita; los delincuentes le hicieron creer que era una chica de su edad, se quedaron hablando hasta tarde y ella le envió una foto desnuda, pidiéndole otra a cambio.
El joven lo hizo y así comenzó la extorsión; al principio le pidieron 5 mil por no hacer pública la imagen en redes ni compartirla con familiares y amigos.
Cuando la víctima les dijo que no tenía ese dinero, los delincuentes redujeron la suma a 150; el adolescente pagó la extorsión con sus ahorros de la universidad, pero los chantajes continuaron y no pudo más.
Esa madrugada se quitó la vida: dejó una carta en la que pidió perdón y describió lo avergonzado que se sentía; “pensó que su reputación sería destruida, estaba aterrorizado por lo que sus amigos y familiares pensarían de él”, explicó la mamá.