Florida, Estados Unidos / Redacción:
Una mujer está siendo buscada por las autoridades, luego de que dio a luz, y abonó a su hija recién nacida en un bosque de Florida, Estados Unidos.
El hallazgo de la pequeña lo realizó una mujer en un bosque del condado Polk, quien creyó que su llanto eran los maullidos de gatos pelando.
Según las investigaciones, la fémina convenció a su marido para que la acompañara al bosque a ver qué pasaba, llevando una sorpresa al encontrar a la niña, por lo que avisó a la Oficina del Alguacil de Polk y los agentes se personaron en el lugar para llevarse a la bebé a un hospital, donde se comprobó que estaba sana y fuerte.
La niña, que pesaba más de seis libras, unos 2.700 kilos, estaba envuelta en una manta, con el cordón umbilical sin cortar y rodeada de restos de la placenta de su madre, por lo que tenía pocas horas de haber nacido.
Según lo informado por el diario Miami Herald, se cree que es de «ascendencia hispana».
«Fue por la gracia de Dios que encontramos a la niña abandonada cuando lo hicimos, antes de que la exposición al frío o cualquier animal le causara daño. Quedó en una condición extremadamente vulnerable, pero es una niña fuerte y parece que está muy bien», explicó el alguacil Grady Judd.
Tras el hallazgo, los agentes hicieron visitas casa por casa en la zona, además utilizaron un dron y un sabueso para tratar de encontrar a la madre, sin embargo, no tuvieron éxito, y ahora reclaman a la población información que ayude a encontrarla.
Trascendió que la niña fue encontrada en Mulberry, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Tampa, en una zona boscosa cercana a un vecindario de casas rodantes, día en el que la temperatura era inusualmente baja para la zona, de 11 grados centígrados.
Así mismo, Gradd aseguró que la mujer que la encontró es una «heroína» por haberla descubierto y salvado, y destacó que además evitó así que la madre pueda ser acusada de homicidio.
Finalmente, cabe hacer mención que Florida cuenta con una ley de refugio seguro que permite a los padres dejar a los recién nacidos en una estación de bomberos o un centro médico hasta una semana después del nacimiento.