Indonesia / Redacción:
En Indonesia, miles de fieles hindúes subieron a un volcán que se encuentra activo para arrojar a su cráter ganado, alimentos, entre otras ofrendas, como parte de una ceremonia religiosa centenaria.
Las personas llevaron en sus espaldas cabras, pollos y vegetales hasta la cima del monte Bromo, a más de 800 kilómetros al este de Yakarta, como parte del festival Yadnya Kasada.
Cabe resaltar que cada año, los miembros de la tribu Tengger se reúnen en la cima de este volcán, con el fin de complacer a sus dioses.
Slamet, un granjero de 40 años de edad, quien como muchos indonesios, sólo tiene un nombre, llegó un ternero como ofrenda. El animal tuvo suerte de momento, ya que fue ofrecido a un aldeano después de las oraciones, en lugar de ser arrojado al cráter.
Cabe hacer mención que algunos aldeanos que no forman parte de la tribu Tengger subieron las empinadas laderas del cráter llevando consigo con redes, en un intento de recuperar las ofrendas arrojadas al abismo y evitar que se desperdiciaran.
Dicho ritual tiene sus raíces en el folclore del siglo XV del reino Majapahit, un imperio hindú-budista javanés que se extendía por el sudeste asiático.
Según la leyenda, la princesa Roro Anteng y su esposo, incapaces de tener hijos después de años de matrimonio, suplicaron ayuda a los dioses, y sus oraciones fueron respondidas, por lo que se les prometió 25 hijos, siempre que aceptaran sacrificar a su hijo menor arrojándolo al Monte Bromo.
Finalmente, se dice que su hijo saltó voluntariamente al volcán, y así garantizar la prosperidad del pueblo Tengger.